ISLAS GALÁPAGOS (ECUADOR)
Las Galápagos
son una meta para cualquier amante de la naturaleza, pero estas 19
islas del Pacífico y su extraordinario ecosistema están amenazados.
Situadas a 1.000 kilómetros de la costa ecuatoriana, su aislamiento
contribuyó a desarrollar la insólita fauna que atrae a los turistas. Y
ese es el problema. Los cruceros han crecido un 150% en los últimos 15
años, aumentando la presión sobre la limitada infraestructura del
archipiélago.
Así que, ¿por qué no dejar en paz a tortugas gigantes, iguanas y
leones marinos poniendo rumbo hacia las tierras altas del centro del
Ecuador continental para explorar la llamada Avenida de los Volcanes?
Entre los once picos principales que alberga este espectacular valle de
los Andes está el Cotopaxi, de 5.897 metros de altitud, el mayor volcán
activo del mundo.
CORO (VENEZUELA)
La ciudad colonial de Coro se remonta a principios del siglo XVI y es
el principal ejemplo venezolano de arquitectura caribeña. Reúne 602
edificios históricos, iglesias y tiendas de los siglos XVIII y XIX.
También se nota una fuerte influencia holandesa. La ciudad ingresó en la
lista de monumentos en peligro de la Unesco en el 2005 tras los daños
sufridos por las lluvias y la insensibilidad de los proyectos de
urbanización.
Como alternativa se propone viajar al cercano parque nacional de Los Médanos de Coro,
donde se pueden explorar y subir sus dunas en constante cambio que
alcanzan hasta 40 metros de altura. Al descender podemos probar el sandboard, algo parecido al snowboard pero con arena en lugar de nieve bajo la tabla.
FAUNA DE MANAS (INDIA)
Situado en la falda del Himalaya, el santuario de Fauna de Manas es
clave en la protección de algunas de las especies animales más
amenazadas. Entre bosques tropicales y praderas aluviales viven
elefantes, rinocerontes y cerdos pigmeos. El parque integra la lista de
lugares en peligro desde 1992, tras una invasión de militantes de la
tribu bodo. Los daños fueron considerables y la caza furtiva de
rinocerontes sigue siendo un problema. Más del 85% de la población de
rinocerontes restante vive en una zona protegida: el parque nacional de Kaziranga,
en el estado de Assam. En él se puede ver cómo la Fundación
Internacional para los Rinocerontes trabaja para salvar esta especie. El
parque abre de noviembre a abril.
ARROZALES DE IFUAGO (FILIPINAS)
Los verdes arrozales dispuestos en terrazas escalonadas que trepan
por las cordilleras de la isla filipina de Luzón son el emblema de un
legado agrícola con 2.000 años de antigüedad. Conocidas como la octava
maravilla del mundo, el agua fluye por este sistema de cutivo ideado por
el hombre que encadena decenas de parcelas en cascada aferradas a los
empinados valles, y que terminan por fundirse con el frondoso y verde
fondo de estos.
Actualmente muchas de estas parcelas se encuentran en peligro porque
los jóvenes campesinos de la etnia local ifugao se trasladan a las
ciudades atraídos por el mundo moderno, y porque no están adaptadas al
creciente número de visitantes que las transita. Pero la segunda cima
más alta de Filipinas, el monte Pulag (2.992 metros), ofrece una
interesante alternativa. En las oficinas del parque nacional del Monte Pulag se emiten los permisos para escalar sus laderas.
RESERVA DE OKAPIS (REPÚBLICA DEL CONGO)
Asolada por años de disturbios civiles, la Reserva de Okapis está en
peligro. En el lejano norte de la República Democrática del Congo, el
parque pertenece a la gran cuenca del río Congo y abarca una quinta
parte del frondoso bosque de Ituri. La fauna aún se mantiene, incluidos
primates en peligro de extinción y 5.000 de los 30.000 okapis del mundo,
un elegante mamífero parecido a una jirafa y rayado como una cebra. Se
recomienda alejarse 90 kilómetros de Kinshasa y visitar las cataratas de Zongo,
cerca de la frontera con Ruanda. Remojarse bajo las aguas de las
cascadas demuestra lo hermosa que puede ser África Central. Las
cataratas están a dos horas y media en coche desde Kinshasa por
Sonabata. El mejor alojamiento es Zongo Chutes.
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